
La denominada “hoja de ruta” del bloque abordará el conjunto de gravámenes en carácter recíproco sino también a las tasas añadidas a la comercialización de vehículos
La Comisión Europea (CE) anunció este martes que la próxima semana tiene previsto presentar su plan de respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre la importación de vehículos, así como a los gravámenes que Washington califica como “recíprocos”, según informó el portavoz comunitario Olof Gill en la rueda de prensa diaria del Ejecutivo comunitario.
“También a principios de la próxima semana, como la segunda fase de nuestra respuesta a los aranceles de Estados Unidos, esta vez sobre los coches y los recíprocos, básicamente presentaremos nuestro plan del mismo modo que hicimos con el acero y el aluminio”, declaró Gill.
El portavoz explicó que la Comisión Europea detallará primero la hoja de ruta del plan y posteriormente abrirá un proceso de consulta con los Estados miembros y la industria afectada, antes de presentar formalmente las medidas. Dichas propuestas deberán ser aprobadas por los gobiernos nacionales mediante votación.
Gill recordó que este miércoles los países de la Unión Europea (UE) votarán las contramedidas propuestas por la Comisión en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio. Si se aprueban las medidas, entrarían en vigor a comienzos de la próxima semana, un paso clave para contener este conflicto comercial.
La CE afirmó que su enfoque ante las restricciones comerciales de Washington es “gradual, calmado, calibrado y específico”. Gill reiteró que Bruselas continúa esperando que Estados Unidos se involucre “de manera significativa” en el proceso de negociación para evitar la escalada del conflicto arancelario.
“Estamos intentando evitar los aranceles, no provocamos la situación, estamos intentando arreglarla”, afirmó el portavoz, quien señaló que la Comisión ha preparado una respuesta progresiva ante las acciones comerciales unilaterales de Estados Unidos.
El plan que se presentará la próxima semana constituye la segunda fase de las medidas de la UE, centrada en los sectores automotriz y de los aranceles llamados “recíprocos”, tras una primera etapa dedicada a contrarrestar los gravámenes al acero y al aluminio.